Oshun Ololodí u Olodí quiere decir «revolucionaria». Lucha con hierros y machetes, por lo que es el camino de la Oshún guerrera. Para llamar a esta Oshún, se utiliza un machete y un cencerro. Su corona se adorna con corales. Se le pone un tarro de venado que se cubre con cuentas de Orula.
Lleva también un caballo de porcelana o bronce y vive sobre el tablero de Ifá con arena de mar o arena de río cernida. Se le ponen paños de seda y oshinshin de escoba amarga y lechuga. La lechuza es su símbolo. La sopera debe ser verde y rosa. El collar se hace con cuentas nácar, verde-agua, coral y cinco cuentas de marfil.
Por lo general, a Oshún Olodí no le gusta el amarillo. Lleva cinco caracoles grandes de Aye y un yunque de cedro que va en frente de ella. Para resolver el problema de sus hijos come lechuza. Es la dueña de los diques de los ríos. Oshún Olodí es la esposa de Orula, madre de Poroye, la hija que perdió. Oloche es su hijo y este no tiene representación en el catolicismo. Lleva dos manos de caracoles y cinco piedras más. Come venado y chivo. Puede comer sola o al lado de su esposo Orula.
De la corona de Oshún Olodí cuelga un hacha de dos filos, una casa, dos remos pequeños y dos grandes, una flecha de Oshosi, dos tableros de Ifá, 25 anillos, dos hachas simples, cinco plumas de loro y un machete. La corona debe tener el tamaño de la cabeza de la persona con este camino.
Lleva también un cesto de costura con cinco agujas de coser, así como dedal y ovillo y tijeras. Se le ponen los tarros de Oshosi o si se puede la cabeza de un venado. Lleva una mano hueca que se hace de latón y se llena con cuatro ashes, coral, ámbar y marfil.
Oshun Ololodí es la guerrera, por lo que no se puede tomar a la ligera. Es una defensora de sus hijos y de todos aquellos que le caen en gracia. Nunca puede ser destruida por sus enemigos. Se le pone cuatro clavos de tren al lado para calmar sus ansiedades de ir a la guerra. Es muy peligrosa con sus hijos cuando se le ofende. Nadie puede levantarla del piso hasta que ella diga que está lista para ser levanta. Lleva un Osain y no baila. En el catolicismo se sincretiza con la Virgen de Guadalupe.