Oshún es la deidad de las aguas dulces. Era según dicen, la segunda mujer de Changó, aunque vivió antes con Oggún, Orula y Oshosi. Las mujeres que desean tener hijos deben dirigirse a ella, pues es la que controla la fecundidad, gracias a los lazos mantenidos con Iyámi-Ajé, «Mi madre hechicera». En el apartado de los patakíes aparece esta historia.

Es la Reina de todos los ríos y ejerce su poder sobre el agua dulce, sin la cual la vida en la tierra es imposible. Su ashé se hace con piedras del fondo del río Oshún, con joyas de bronce y un peine de carapacho de tortuga.

El amor de Oshún por el bronce, el metal más precioso de la tierra yoruba en tiempos antiguos, se menciona en los saludos que le son dirigidos. Por ejemplo: «Mujer elegante que tiene joyas de bronce macizo».

Oshún es hija de Nana Buruku y fue esposa de Orula, Oggún, Oshosi, pero se dice que Aggayú  fue su verdadero esposo. A raíz de esto, existe una costumbre generalizada de decir que los oloshun entran al Igbosha con Aganju, con la falsa idea de que este es su «bastón»; pero esto no es así ni fue la realidad en el adosu de la divinidad. La mayoría de los oloshun mayores a 20 años de sodorisa, no han recibido a Aggayú ni tampoco fue una condición el tenerlo. Ningún olorisa depende o requiere tener otro orisha, a menos que se le indique en consultas previas. Oshún fue también concubina de Changó. Se dice además que perdió la virginidad por salvar a su hermana Oyá.

Oshún tuvo hijos con Oduduwa, Orula e Inle. Con el primero tuvo a la niña Olose; con el segundo a la niña Paroye y con el último a Ologun, que es androgino.

Como suele suceder con la historia de los orishas, la de Oshún no escapa a la pluralidad de versiones en cuanto a su familia. Según la opinión de algunas casas de santo, Oshún es hija de  Obbatalá y Yemayá, así como hermana de Obbá y Oyá. Coincide en que fue esposa de Oggún, Orula y Oshosi. Sin embargo, en esta variante se dice que con este último tuvo a Logún Ede. De igual manera se expresa que fue esposa de Changó y con él tuvo a los Ibeyis: Talako y Salabí. Es amiga íntima Elegguá, quien la protege.

Oshún es la que cuida el trono o lugar de culto (ojubo) de Oduduwa y Yewá. Por esta razón, aunque nace en oshe atura, que es su oddún Isal’aiye, alcanza el poder con Egun en irete-yero, que es el oddún del ojubo.

A Oshún se le ofrenda una comida hecha a base de camarones y con cebolla, acelga, miel de abejas, aceite de oliva, ají, huevos, vino blanco, barras de gofio con miel, escarola, lechuga, arroz amarillo, harina de maíz, tamales, frutos del río y dulces de todo tipo. También se le ofrecen naranjas, dulce de coco y todo tipo de flores, pero en especial las amarillas. Igualmente se le pone cerveza y campanas.

Se le sacrifican chivas, chivo capón, gallinas de Angola, codornices, jicoteas, palomas, entre otros. En Cuba se acostumbra a darle chivo capón. Sin embargo, no es prohibición darle chivas u ofrecerle un plato de mulukun, una mezcla de frijoles carita, cebollas, camarones y sal. En la isla antillana también se le hace oshinshin, que es una mezcla de tomates, cebollas, un huevo, alcaparras, camarones y sal. También se le da adum, que se hace con harina de maíz mezclada con aceite dulce y miel de abejas.

Oshún es un osha y está en el grupo de los oshas de cabecera. Representa la intensidad de los sentimientos y la espiritualidad, la sensualidad humana y lo relativo a ella, la delicadeza, la finura, el amor y la feminidad. Es la protectora de las embarazadas y parturientas. Se representa como una mujer sonriente, bella y alegre, pero interiormente es sufrida, severa y triste.

Oshún representa el rigor religioso y simboliza el castigo implacable. Es la única que llega a donde está Olofin para implorar por los seres de la tierra. Es la apetebí de Orula y se le relaciona con las joyas, los adornos corporales y el dinero.

Oshún salvó al mundo volando como un aura tiñosa, especie de buitre. También habló con Olofin cuando Olokun mandó el diluvio y Yemayá le dio la fortuna de que las aguas dulces fueran su casa. Pidió la intervención de las mujeres en el consejo de los orishas. Se recibe como orisha tutelar y debe hacerse una ceremonia en el río por lo menos cinco días antes.

Por haber salvado al mundo todos los yabó antes de coronar Osha Akua Kua Lerí, deben ir al río a darle cuenta con su respectivo oshinshin y darle coco. Su número es el cinco y sus múltiplos, y su color es el amarillo en todas las tonalidades. Oshún habla en el caracol por oshe (5), obbara (6), eji onile o  Eyeunle (8) y por ofún mafún (10). Se dice que también habla en obbara meyi (66).

La vasija de Oshún es una sopera de loza de color amarillo, aunque puede ser de varios colores, pero debe predominar el amarillo. Oshún vive dentro de la sopera con agua potable. Sin embargo, se dice que lleva cinco piedras que viven dentro de la sopera con agua de río.

Sus atributos principales son una mano de caracoles, un sol, espejos, aros (pulsas), peces, peines, cinco edan, abanicos de sándalo, de plumas de buitre y de plumas de pavo real, corazones, coronas, caracoles, conchas, corales, botecitos, irukes de rabo de caballo de color claro, pañuelos, cinco campanillas que van en el vestido, media luna, una estrella, dos remos, cinco brazaletes de oro, entre otros. Se debe aclarar que estos varían según sea el camino.

Oshún viste con un vestido amarillo, ajustado por una faja que lleva un romboide a la altura del estómago. El vestido lleva campanillas en algunos puntos.

Los collares más tradicionales se confeccionan alternando cuentas amarillas y doradas o cinco cuentas amarillas, una ámbar y cinco doradas. En Brasil y en Cuba, los seguidores de Oshún llevan collares de cuentas de vidrio de color amarillo-oro y numerosos brazaletes de bronce. Se le consagra el sábado y se le saluda, como se hace en África, con la expresión: « ¡Ore Yeyé o!», que  significa: « ¡Llamemos la benevolencia de la Madre!» También se utiliza el saludo: « ¡Yalodde Yeyé Kari! ¡Yeyeo! ¡Omoriyeyeo

La danza de Oshún recuerda el comportamiento de una mujer seductora y vanidosa, que va al río a bañarse, se engalana con collares, mueve sus brazos para hacer sonar sus brazaletes y se mira al espejo con mucha gracia. El ritmo que acompaña a su danza se llama ijesá, nombre de una región de África por la que corre el río Oshún.

Su baile es muy sensual y ríe como Yemayá. Sube los brazos por encima de su cabeza para enfatizar sus encantos y mientras baila, hace movimientos voluptuosos, pide sexo a los hombres con sus manos extendidas y movimientos bruscos de caderas. También pide miel como muestra de la dulzura del sexo y la vida. Puede imitar que rema en un bote pequeño. Si se peina el cabello o se mira al espejo, se estira mirando por encima de la nariz a los que están a su alrededor.

Entre las hierbas fundamentales para el asiento de Oshún se encuentran la yerba añil, la verbena, la prodigiosa, el paraguitas o quita solito, la flor de Agua, el helecho, el berro, la lechuga, la yerba buena, la albahaca morada, el guamá, la guásima, el botón de oro, la yerba de la Niña, el coate o la colonia, el marilope, la panetela, el huevo de gallo, el helecho de río, la guacamaya, la yerba Mora, el corazón de paloma, la cucaracha, el diez del día, el orozú y el palo de canela.